Los peligros del monóxido de carbono

El monóxido de carbono es un gas peligroso que no se puede oler ni ver. Es un subproducto común derivado de la combustión (quema) de combustibles fósiles. La mayoría de los equipos que usan combustible (gas natural. gasolina, propano, fuelóleo y madera) si se instalan y mantienen correctamente, producen poco monóxido de carbono. Los subproductos de la combustión a menudo se ventilan con seguridad al exterior.


Sin embargo, si hay escasez de oxígeno en donde se encuentra el quemador de un aparato o equipo, o la ventilación no es la adecuada, el monóxido de carbono puede aumentar hasta alcanzar niveles peligrosos. Las fuentes comunes de monóxido de carbono, incluyen, motores a gasolina en cocheras cerradas, calentadores de ambientes que queman combustible o calentadores de agua con una ventilación inadecuada y chimeneas o conductos de ventilación bloqueados.


Si respiras monóxido de carbono, este ingresa al torrente sanguíneo y le roba el oxígeno a las células. Esto se denomina intoxicación por monóxido de carbono.

Evite las intoxicaciones por monóxido de carbono.

Image of a fireplace
Image of a stove
Image of a heater

Siga estos consejos de seguridad

 

  • Instale un detector de monóxido de carbono y una alarma aprobados por UL (Underwriters Laboratories). Estos dispositivos miden la cantidad de monóxido de carbono en el aire y activa una alarma cuando alcanza determinados niveles. Deben considerarse como un sistema de respaldo y no como reemplazo del uso y mantenimiento correcto de los aparatos que usen combustible. Evitar que el monóxido de carbono se convierta en un problema en su hogar es mejor que depender de una alarma.
  • Una vez al año, pida a profesionales calificados que inspeccionen y realicen el mantenimiento de todos los sistemas de calefacción y aparatos que usan combustible para asegurarse que estén en buenas condiciones de funcionamiento.
  • Una vez al año, pida a un profesional calificado que inspeccione habitualmente los conductos de ventilación de los aparatos y los conductos de chimenea en busca de bloqueos, corrosión, grietas o fugas.
  • Nunca encienda un vehículo o use equipos que quemen combustible sin ventilación en un espacio cerrado.

Síntomas de la intoxicación por monóxido de carbono

Image of low carbon monoxide poisoning

Niveles bajos

Una exposición a niveles bajos de monóxido de carbono puede causar dificultad para respirar, náuseas y dolores de cabeza leves y fatiga.

Image of moderate carbon monoxide poisoning

Niveles moderados

Los niveles moderados pueden causar dolores de cabeza, mareos, náuseas, vómitos, confusión o vértigo.

Image of severe carbon monoxide poisoning

Casos graves

Los casos graves de intoxicación por monóxido de carbono pueden resultar en pérdida de consciencia y la muerte.

Dado que muchos de los síntomas de una intoxicación por monóxido de carbono son similares a los de una gripe, una intoxicación alimentaria u otras enfermedades, podría pensar que el monóxido de carbono no es la causa.





Qué hacer si sospecha de la presencia de monóxido de carbono

 

Si es seguro hacerlo, apague de inmediato y deje de usar el aparato a gas que sospecha que está ocasionando el problema. Abra las ventanas para ventilar el área. No vuelva a usar el aparato hasta que un profesional calificado haya determinado que es seguro.


Salga del lugar y asegúrese de que nadie vuelva a entrar hasta que sepa que es seguro.


  • Llame al 911 y busque atención médica si alguien experimenta posibles síntomas de intoxicación por monóxido de carbono.
  • Comuníquese con PG&E o con un profesional calificado para que inspeccione el aparato.

Olor

Añadimos un olor distintivo, como a azufre o huevo podrido, de manera que usted pueda detectar, incluso, cantidades pequeñas de gas natural. No obstante, NO confíe solamente en su sentido del olfato para detectar la presencia de gas natural.

Sonido

Preste atención a sonidos similares a soplos, silbidos o estruendos provenientes de áreas subterráneas o de un electrodoméstico a gas.

Vista

Esté atento a la tierra que se pulveriza al aire, burbujeo continuo en un estanque o arroyo, así como de la vegetación muerta o que está muriendo en una zona que sigue húmeda.